1997
Va a nacer una leyenda...
Ningún piloto de la tripulación ganadora en 1996 vuelve a Le Mans para defender el título pero el coche sí está allí: el n.º 7. En él descansan las esperanzas de una nueva victoria. El volante se les confía a dos pilotos famosos por su carrera en la Fórmula 1, Stefan Johansson y Michele Alboreto, y a un entonces desconocido piloto danés contactado por Joest unos días antes de la carrera, Tom Kristensen.
El TWR-Porsche de la escudería Joest es uno de los cuarenta y ocho coches que aspiran a la victoria. Porsche se presenta como favorito al contar con dieciséis coches de la marca en la salida de la carrera. Con este panorama, ¿podrá el n.° 7 de un particular salir adelante y firmar el doblete 1996-1997?
La aparición de Mr. Le Mans
¡La respuesta es sí y el equipo de Joest se impone con estilo! Al final de una carrera agitada, donde solo diecisiete de los cuarenta y ocho coches que competían cruzaron la línea de meta, el n.° 7 logró firmar la pole position y hacer la mejor vuelta en la pista antes de llevarse la victoria.
El equipo Joest logró otra hazaña, al conseguir ganar con un solo coche, algo que ocurría por primera vez desde las victorias de Bentley en 1924 y de Bugatti en 1939. Ya en la primera de sus dieciocho participaciones en Le Mans, Tom Kristensen comienza a forjar su leyenda.
En 1997, el equipo Joest firmó su cuarta victoria en Le Mans. El coche ganador todavía lleva el mismo n.º 7. También es la segunda vez que el equipo ha ganado dos años consecutivos en el mismo coche después de la doble victoria del Porsche 956 de Reinhold Joest en 1984 y 1985.